Empezó el mes de octubre, el mes más relevante para definir el destino político y económico del país. Si bien las PASO arrojaron una amplia ventaja para el candidato opositor, aún no hay nada definido. Las preguntas relevantes son: ¿Qué pasará con la economía?, ¿qué plantea la oposición?, ¿y el oficialismo? Nada en concreto. No hay una hoja de ruta clara que muestre cómo se superan los problemas, inflación elevada, alta presión fiscal, recesión que cumplirá dos años y se encamina al tercero, deterioro del cuadro social y elevada fragilidad fiscal.
No obstante este marco de elevada incertidumbre, hay algunas certezas de que es lo que vendrá en la economía, independientemente de quien resulte electo presidente. Sucede que no hay demasiado margen de maniobra. Están vedadas las políticas fiscal y monetaria expansivas, es decir, no es factible incrementar el gasto público o reducir los impuestos, ni tampoco expandir la cantidad de dinero porque esto traería aparejada una aceleración de los precios, más presiones en el dólar lo que retroalimentaría un agudo proceso inflacionario. Con lo cual, se puede afirmar que lo que viene es:
• Un proceso de reestructuración de la deuda con el sector privado, bajo legislación argentina y extranjera. Habrá que definir, en qué términos, con quita de capital, de intereses, un mix entre ambos con alargamiento de plazos.
• Renegociación con el FMI para modificar el acuerdo stand by a un acuerdo de facilidades extendidas, lo que implica más plazo para la devolución de la deuda
• Sendero de austeridad fiscal. La economía enfrenta una severa restricción de financiamiento. No tiene crédito ni interno ni externo, con lo cual, con lo cual gane quien gane habrá que transitar por un ajuste fiscal
• Más presión fiscal, sobre todo para el campo. Subirán las retenciones, bajo el argumento que el tipo de cambio está alto para las exportaciones.
• No habrá crecimiento de la economía. Sin un programa económico consistente, con baja credibilidad y con elevada incertidumbre, lo más probable es que la economía no se recupere en el año 2020
¿Y qué es lo que no se sabe sobre lo que puede venir en la economía?
• Los principales candidatos no muestran una hoja de ruta clara para dejar atrás la decadencia.
• Se desconoce el nivel de intervencionismo que tendrán los mercados. El nivel de regulaciones, los formatos regulatorios, las reglas de juego
• Cómo se abordará el problema inflacionario a corto y mediano plazo. Está más que claro que los acuerdos no son la solución, en el mejor de los casos, sólo implica patear el problema hacia adelante
• El nivel de apego a los valores republicanos y de seguridad jurídica
• El tiempo de regreso al mercado internacional para recuperar el crédito
Este es el balance de la economía para los próximos meses. Lo complicado es que si gana la oposición, sus votantes esperan que no haya más ajustes, y eso será una falsa expectativa. Si gana el oficialismo, deberá hacer un rediseño significativo para recuperar credibilidad. Ambos senderos no lucen sencillos de transitar. ¿El camino? Un programa de competitividad de largo plazo, pero para ello falta el consenso suficiente.