El segundo año signado por la pandemia por COVID-19, termina con un balance negativo para la economía argentina. A pesar de la leve recuperación en términos nominales, otros factores como la inflación, el aumento del riego país y la emisión monetaria marcan perspectivas un poco desalentadoras para el 2022.
El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) será clave durante el próximo año, así como los acuerdos por el presupuesto.