Hace pocos días, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer que la inflación de junio fue del 4.6%. Este número, aunque refleje una leve subida en comparación con el mes anterior, muestra un descenso marcado en la tasa de inflación desde diciembre del año pasado, cuando casi alcanzó el 26% mensual. En términos interanuales, la inflación se sitúa en un 271.5%, con un acumulado del 79.8% en lo que va del año.
En diálogo con Periodismo 360, Eduardo Robinson analizó los datos: “Si uno toma el número frío, estamos viendo un descenso bastante marcado en la tasa de inflación desde diciembre del año pasado”. Sin embargo, desde su perspectiva, una inflación del orden del 4 al 5% mensual continúa siendo muy alta.
Expectativas del segundo semestre
La gran pregunta que nos hacemos es si el gobierno tendrá éxito en disminuir aún más la tasa de inflación mensual en la segunda mitad del año. A pesar de algunos signos positivos, como la estabilidad en los precios de los alimentos en relación con el mes pasado, el proceso inflacionario no ha terminado.
Existe una desconexión entre los números oficiales y la experiencia diaria de los consumidores. Mientras que el INDEC informa una disminución en la velocidad de aumento de los precios, los ciudadanos siguen enfrentando dificultades para mantener su poder adquisitivo. «Cuando voy al supermercado, veo que el dinero no alcanza, que sigue habiendo ese problema de que el poder de adquisitivo se pierde demasiado rápido,» señaló Robinson.
Gestos políticos con pocos avances
El gobierno ha intentado mostrar gobernabilidad y estabilidad mediante acuerdos políticos, como el reciente pacto de gobernadores firmado en Tucumán. Sin embargo, estos gestos políticos no han sido suficientes para calmar las expectativas del mercado. La turbulencia en el tipo de cambio y el aumento del riesgo país indican que se necesitan medidas económicas más integrales y coherentes.
«Una cosa son los gestos políticos, pero el mercado no lo ha tomado de esta manera,» comentó Robinson. Y agregó: «El mercado necesita más que gestos; necesita medidas económicas claras y concretas.»
El impacto en los monotributistas y pequeños ahorristas
Los monotributistas también están preocupados por las posibles modificaciones en la ley de Bases, especialmente en lo que respecta a posibles incrementos en las alícuotas en un contexto económico recesivo. Por otro lado, los pequeños y medianos ahorristas han perdido herramientas de inversión tradicionales, como los plazos fijos, debido a tasas de interés que no superan la inflación. Esto ha llevado a muchos a recurrir al dólar como una forma de proteger su poder adquisitivo.
«El pequeño y mediano ahorrista que tenía algún excedente monetario y decía ‘voy a hacer una colocación a 30 días en un plazo fijo’, claramente pierde con respecto a la inflación,» explicó Robinson. Por esta razón, muchos han recurrido al dólar para mantener algo estable en su poder adquisitivo.