La inflación del mes de junio se ubicó en el 1,6%, según informó el INDEC. Aunque el número consolida la tendencia a la baja iniciada meses atrás, Eduardo Robinson analizó el contexto con cautela en entrevistas para América TV y Telediario Federal. El economista destacó que la estabilidad en los precios no se traduce necesariamente en una mejora del poder adquisitivo ni en un repunte económico generalizado.
Un dato dentro de lo esperado
“La inflación fue del 1,6%. Se hablaba siempre de cómo puede evolucionar la tasa de inflación. Veníamos del 1,5% en mayo y ahora 1,6% en junio”, explicó Robinson en el programa Todo pasa de América TV.
Desde Telediario Federal, agregó que el mercado tenía expectativas de que la inflación podía estar entre un rango del 1,7 al 2%. «Esta décima por debajo del piso del rango de estimaciones del sector privado da cuenta de que la inflación sigue la misma trayectoria que vimos en mayo”, detalló.
El rubro alimentos, uno de los que más impacto tiene en el bolsillo, registró un alza de solo el 0,6%. En contraste, el sector educación se incrementó un 3,7%, empujado por las cuotas de colegios privados. Según el acumulado semestral, la inflación alcanzó un 15,1% y el registro interanual se aproxima al 40%.
Una economía estancada detrás del número
Robinson alertó sobre una paradoja preocupante: la inflación baja, pero también el consumo. “El consumo, sobre todo el consumo masivo, no logra recomponerse”, señaló. Si bien ciertos bienes durables como electrodomésticos y vehículos mostraron movimiento gracias al financiamiento, hay señales de alerta: “Se ha determinado un incremento en la morosidad en tarjetas de crédito y préstamos personales”, advirtió.
La baja inflación, sostuvo, convive con un contexto de “consumo a dos velocidades”, donde conviven sectores retraídos y otros que repuntan moderadamente, pero sin un dinamismo sostenido.
La inversión, el gran ausente
“Hay que mirar qué va a pasar con la inversión para ver qué va a pasar con la productividad”, afirmó Robinson en América TV. Consideró que sin mejoras en la productividad, no es posible esperar aumentos salariales genuinos.
“Si la economía argentina no atrae inversión, no puede haber incrementos nominales”, explicó.
Desde su perspectiva, la estrategia del gobierno de reducir la inflación y alcanzar equilibrio fiscal es una condición necesaria, pero no suficiente. “Al programa le están faltando algunas cuestiones relacionadas con lo productivo”, sostuvo en diálogo con Telediario Federal. Recalcó que para salir del estancamiento se necesita más impulso a la economía para que empiece a crecer de la mano de la inversión.
Riesgos electorales y tensiones macro
El segundo semestre del año estará atravesado por un escenario electoral cargado de incertidumbre. “Vamos a ver cómo juegan las expectativas electorales y cómo impacta eso en la inflación”, expresó Robinson en América TV. También mencionó la presión que podría ejercer el dólar, especialmente en un contexto político volátil.
Sobre las recientes discusiones previsionales, sostuvo que hay que mirar todo el sistema previsional con cautela. «En la Argentina tenemos un sistema que está totalmente quebrado, con pocos aportantes y muchos jubilados que sostener”, cerró sobre el tema.